martes, 3 de junio de 2008

Un clavo saca otro y así (no hablo de chicos precisamente, sino de cosas). Chiches tecnológicos + la vida + circunstancias en general. Focalizar una y otra vez hasta darse cuenta lo importante, mientras escribo bajo el tinte que puedan dar las primeras canciones de Dark side of the moon, de Pink Floyd. Acordes malgastados (también por dentro) y ataques adolescentes contra uno mismo. Casualidades que no lo son, como el reencuentro con Mecha en un 168 un Jueves a la noche hace masomenos un mes, la charla casual que me alentó a dar S. y A. del A. y ahora como se puede mientras todavía me adapto al ritmo de Salguero capicúa, mientras algunos amigos se reciben, otras reciben becas y se van a Francia, otros ganan premios y yo me emociono. Aparece la idea de autogestión con la pequeña S., ese sueño algunas veces charlado, difícil ero no imposible. Propongo ver, con tiempo. S. es amiga de la vida y, a veces, cuando hablamos me resurgen imágenes de ese antes por instantes (incluyo la despedida de A., todo ese pre Israel, todas esas noches por las esquina de Flores, los recuerdos de A. se potencian justo ahora pero ella está tan lejos, somos y fuimos tan distintas, tan la antítesis que genera misterio que, ¿para qué? para algo existen los recuerdos inevitables. Creéme, los mas fuertes estan por Flores.
Espero el cambio. Una y otra vez al punto cero. Transmuto. Sueño cosas imponentes y pienso una vez mas en la teoría de las vidas pasadas porque es muy improbable que alguien toque el piano y recrée un ambiente clasicista con letra inglesa justo en esa hora de la mañana. No sé. Me aparecen imágenes del C.B.C ., como si fuera poco. Por momentos creo haber readquirído el rol de retroceder (emotions included) y eso presupone varios mieditos. Incluso esa actitud cambió, y por completo. Ya casi nada representa ni es lo mismo que antes. Se nota. Incluso a niveles profundos. Me da miedo, me libera, me confunde. Llas madres jóvenes pasan con sus carritos de bebés, aunque sean las once de la nochede un día cualquiera. Ahí, una baja un poco y empeiza a ser quien es posta.

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